lunes, 13 de mayo de 2013

AVIAMAN 2013

Una semana después de participar en el Tri sprint de Oleiros, junto a mi hermano y a un amigo que debutaba en el Triatlón, disfrutando en cada segmento y sobre todo sufriendo mucho. Los triatlones de esta distancia son excesivamente rápidos y cortos y en todo momento hay que ir a tope, y yo siempre salgo a competir y a darlo todo aunque claro está mis condiciones físicas no se adaptan ni a estos ni a los largos, pero yo disfruto y eso es lo que al final cuenta.





Era mi tercera participación consecutiva en Oleiros, y aunque mi tiempo final, fue un poco peor que en la edición anterior, tampoco era lo más importante, pues esta prueba era un entrenamiento más de cara a los grandes objetivos de la temporada, que son las citas de larga distancia y el Ironman de Huelva en Octubre, y a más corto plazo el Aviaman, que se celebraría el 12 de mayo. Mi único comentario de esta prueba es significar que por organización, ambiente, y todo lo que rodea al tri, intentaré seguir compitiendo cada año, enhorabuena por ese tri a los organizadores.


Tenía la fecha señalada en el calendario, 12 de mayo, Aviaman, un media distancia del que la organización se jacta de calificarlo como el Medio Ironman más duro de España, yo diría más, después de verlo, y parte del extranjero.
El logo de la prueba simplemente marca los puertos que hay que subir en bici, y eso del 30%, era uno de las rampitas que había que subir corriendo, señalar que el Ironman de Lanzarote, considerado uno de los más duros del mundo, tiene un desnivel acumulado en el tramo de bici de 2700 m. en 180 km. El Aviaman tiene 1700 en 90 km, además de 750 en 21 km. de carrera a pie.

Los comentarios que había escuchado sobre esta prueba, en la que este año se ha cambiado el trazado de la carrera a pie, endureciéndola hasta límites casi insoportables, eran sobre la dureza de los puertos, con cuatro puertos y rampas de hasta el 20%, en los que los participantes en ediciones anteriores hablaban de como se retorcían en la bicicleta para lograr subir sin poner pie a tierra, o de la longitud de los mismos, pero nadie hablaba de la carrera a pie. Este año fue el factor fundamental, una auténtica barbaridad de trazado, con una dureza extrema para los triatletas.

Allí nos presentamos varios miembros del Fogar, entre ellos mi hermano y yo, para competir y sufrir en esta cita, que además era Campeonato Gallego de Larga Distancia. El día 11, entrega de material, relajación, charlas con los triatletas, comentarios del recorrido, anécdotas de anteriores participaciones, lo que ocurre en todas las carreras, respirando un buen ambiente, casi de carrera entre amigos, la participación rondaba los 100 triatletas, pero todos dispuestos a luchar para llegar a la meta.


A las 5 de la mañana en pie para desayunar y últimos preparativos antes de tomar la salida a las 07:15, de manera puntual, en el embalse de Castrelo de Miño, por cierto un lugar maravilloso para celebrar eventos de este tipo. En el agua como en casi todas las pruebas me encontré bastante bien, sin ser un gran nadador, que no lo soy, me voy defendiendo, terminando el segmente de los 1900 por debajo de 30, si bien el tiempo del final de esta primera transición se tomaba una vez que subías en la bicicleta, y ahí si que perdí algo de tiempo, debido a que me enfundé la chaquetilla de ciclismo y guantes, algo que normalmente no hago, pero a las 7:45 de la mañana la temperatura rondaba los 5º, y tampoco era cuestión de pasar frío, algo que al final agradecí, ya que tanto en las subidas como en las bajadas no hacía demasiado calor, aunque el día era esplendido para la competición.


Comenzaba lo terrible, pocos km. de enlace con los puertos y a subir. Ya en la salida había un repecho que sin ser duro se metía al cuerpo, pero a partir del km. 14, todo para arriba, primer puerto de casi 8 km., duro. Yo iba pensando en los comentarios del día anterior cuando escuchaba "en el coto Xarotos hay un par de curvas en las que te retuerces en la bici y sufres para subir, tienes que meter hasta el último piñón", a esas alturas y en el primer puerto, ya me estaba retorciendo y con todo metido, y no quería pensar en lo que esperaba.
Finalizo el primer puerto, bajada y a por el segundo, más llevadero, así que con ánimo para subir el Xarotos. Nunca había subido algo así, pendiente brutal, velocidad máxima entre 6 y 7 km/h, haciendo terribles esfuerzos para dar cada pedalada y seguir subiendo sin bajar de la bici. Finalmente corono, y bajada, en principio por una carretera de montaña, para continuar por una carretera con buen asfalto y en la que se puede bajar bien, y en la que hago una bajada muy buena a rueda de una triatleta que iba envenenada.

Al finalizar la bajada, último puerto, menos pendiente pero igual de duro por lo que ya traía de atrás. Así que tras hacer cima, sólo quedaba rodar y llegar a la última transición para enfundarse las zapatillas y ponerse a correr.




En todo este tramo de bici, mi hermano me seguía a escasos metros en las subidas, pero al parecer por un pequeño sustillo en la bajada que yo hice a rueda de la participante, decidió levantar un poco el pie del pedal y asegurar más, así que no pudo pillarme. Finalizo la tortura en la bici en 3h 51' 57'', puede parecer mucho tiempo o una media muy baja, pero no todo es lo que aparenta.


Llegados a este punto, en el que todavía no habíamos conseguido nada, comienza lo que voy a denominar como "Ruta del Calvario", 3 vueltas a un circuito de 7 km, con un desnivel acumulado en cada vuelta de 250 m. Rampas del 30%, bajadas infernales, todo un cúmulo de barreras naturales que hacían de la carrera a pie una auténtica odisea. En la primera vuelta intento coger un ritmo cómodo y no parar de correr, pero hacía el km. 3, tengo que ponerme a caminar, veo pintado en el suelo el porcentaje de la rampa 19%, y pienso que si para en esta cuesta, en la del 30 voy marcha atrás, luego de esta subida una bajada muy pronunciada de unos 700 m., para después de otra pequeña subida y bajada llegar al avituallamiento, mano de santo (agua, bebida isotónica, plátano, naranja, gel) y no comía más porque no había, pero incluso repetía. 

Después de este menú del día, otra bajada muy pronunciada y la rampa del 30%, unos 300 m. caminando, como todo hijo de vecino, tras la subida una bajada de unos 800 m. y sobre 1'5 km. llanos hasta el final de la vuelta, con otro avituallamiento, en el que claro está tenía que parar para poder afrontar las tres vueltas.

En la segunda ya necesitaba hacer más paradas en las rampas, y en la tercera aún más, finalizando el total de los 21 km. en 2h 15' 03'', para un total de 6h 38' 02''. Consiguiendo entrar en la posición 23 de mi categoría y 51 en la general. Para consultar todos los resultados además de todos los datos de la prueba http://aviamantri.blogspot.com.es/ 

En esto iba yo a escasos metros de finalizar mi segunda vuelta de carrera a pie cuando veo que me viene siguiendo un individuo con un mono similar al mio y me digo: "ahí viene, ya me va a pasar", claro era mi hermano que por segunda vez en una semana me daba pal pelo, sacándome en meta 4 min. Su primer media distancia, y genial. Enhorabuena crack.



Para finalizar con toda esta crónica quiero hacer una valoración personal del Aviaman, en ningún momento voy a criticar nada, porque considero que es una prueba que debería continuar, aunque yo tengo mi opinión en determinados temas. 

Por un lado en las pruebas de media y larga distancia no está permitido el drafting y cada uno tiene que hacer lo que buenamente pueda y sus fuerzas le permitan, soy consciente que me aproveché de alguna que otra rueda durante el segmento de bici, pero eso deberían revisarlo.

Y por otro lado, creo que se debería buscar un equilibrio entre tanta dureza. Prácticamente ninguno eramos profesionales del tri, nos movemos por la pasión al deporte y en especial a este deporte. Creo que después de un segmento tan duro de bici, la dureza extrema del circuito a pie provocó algo que no nos gusta, tener que ir caminando gran parte del recorrido, intentamos hacerlo lo mejor posible, uno de nuestros retos es no pararnos, pero ante este circuito era inevitable.

Considero que ha sido un orgullo participar en este Tri, Aviaman 2013, que si bien no cuenta con todos los medios que merecería, los pocos que tiene los utilizan de una forma magistral, agradecer el apoyo de los voluntarios, todos, y sobre todo los colocados en los avituallamientos de la carrera a pie, que en ocasiones nos preparaban los menús para llevar, gracias también a Maribel por su despliegue y diligencia en todo lo que era menester. 

Por último, recomendar a todo aquel triatleta que busque disfrutar de una buena prueba, de un gran ambiente deportivo, de unos paisajes inigualables y de un sufrimiento y orgullo extremo por conseguir un gran reto, que no deje de pensar en el AVIAMAN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario