Al fin puedo entrar en mi blog y comunicar que ya soy un FINISHER!!! Hacía tanto tiempo que quería decir esto y parecía que no llegaba el momento. Después de la temporada pasada que fue muy dura al tener que posponer todo debido a las lesiones, y con la actual en la que no terminaba de encontrarme bien, pues entre los entrenamientos y el peque no descansaba demasiado y eso se nota a la hora de afrontar este tipo de competiciones, pero ya lo he conseguido, he cruzado la meta con mi hijo en brazos y los dos terminamos nuestro primer Ironman.
Para comenzar la temporada 2013, me había propuesto hacer lo que no pude en la 2012, así que había que buscar un Ironman, a poder ser bueno, bonito y barato, y apareció el Tri-Iberman de Huelva, que lo anunciaban como Ironman Low Cost, 185 Euros con dos noches de hotel, así que viendo esto no había nada más que decidir, sólo entrenar.
El principio de temporada no fue muy bueno, había que ir tranquilo, cinco meses parado por culpa de la fractura de un dedo dan para pensar mucho. Así fue transcurriendo la temporada con mucha calma, con poca competición, sólo dos medios y un par de travesías y muy cansado, el peque no da tregua, presentándome en Huelva, el día 5 de octubre, muy ilusionado y con mucha confianza de terminar, pues los dos últimos meses habían ido mucho mejor y eso me daba esperanzas para terminar bien esta competición.
No suelo obsesionarme demasiado con los recorridos una vez que elijo la prueba a la que voy, pero si hacerme un poco idea de lo que me espera, en Huelva, esperaba una natación tranquila, una bici sin excesiva dureza en cuanto a su perfil, y la carrera a pie en la que tendría que sobrevivir, pero no esperaba que el terreno influyera mucho en el resultado.
Así que con unas expectativas que pasaban por terminar, y después de eso aproximarme lo máximo posible a las 11 horas, me presento el día 5 en la línea de salida, con una alegría que no cabía en mi, por fin en la salida, por fin podía enfrentarme a un Ironman, era el día.
Al llegar a los boxes, mi primera sorpresa y miedo, tengo la rueda trasera sin aire, quizá se debía a que el día anterior la dejé en los boxes a media tarde, con mucho calor y ya preparada para la carrera, es decir con bastante aire, así que lo más probable es que lo perdiese, pero no me fío y cambio el neumático, no es ningún trauma, y me olvido, me pongo el neopreno y a la playa, a esperar a que luzca el sol y salir a nadar.
Pasamos un buen rato en la playa antes de que den la salida, lo que me da tiempo para charlar con otros participantes, había varios más de Coruña, y hacernos unas fotos. Así se van calmando los nervios y cogiendo confianza de cara a la prueba.
A las 8:15 con los primeros rayos de sol, dan la salida y todos al agua. El recorrido consta de dos vueltas de 1900 m. saliendo a tierra para dar un giro en una bandera al final de la 1ª vuelta.
Me encuentro bien nadando, salgo en la primera vuelta, miro el reloj, y rondo los 32 min., a seguir, al finalizar el segmento, salgo del agua entre los 50 primeros con un tiempo de 1h8'08''.
La transición es bastante buena, cojo la bala que me ha dejado mi hermano para competir en este Ironman y salgo a rodar. Quedan por delante 180 km. y no puedo dormirme, además soy competidor y voy a competir, con lo que me pongo a dar pedales, y que sea lo que Dios quiera.
El recorrido de la bici, de 180 km, en los que los primeros 80 son en territorio español, saliendo de Islantilla y tirando hacia el norte, buena carretera, cerrada al tráfico, pero con viento en contra desde la salida hasta que entramos en Portugal y sobre todo un sube y baja constante, continuos toboganes en los que las subidas parecen eternas y las bajadas muy cortas, la carretera no da tregua, ni un momento de relax.
En la bici tuve un par de problemillas en los primeros km. pues perdí uno de los bidones de agua que llevaba, y en el primer avituallamiento tiré el segundo que ya iba vacío, pero el problema fue que ahí sólo había botellines de agua y aunque cogí uno, no fue
suficiente para llegar fresco hasta el siguiente avituallamiento a unos 35 km, por lo que iba con un poco de miedo. Ya en el siguiente, paré y repuse todo lo que necesitaba, y a continuar con confianza. Mentalmente me iba marcando metas intermedias, y esas siempre estaban en el siguiente avituallamiento, eso era más corto y más fácil de conseguir que pensar en el final.
Tengo que hacer un paréntesis para comentar algo sobre la organización, he leído que muchos participantes llegaron a algún avituallamiento de la bici y no había agua, yo sólo puedo estar agradecido a las personas que estaban en estos puestos, pues cada vez que llegaba cogía lo que necesitaba e incluso repetía con agua, isotónica o lo que me hiciese falta, pero hay que tener en cuenta que la organización tendría que prever que en este tipo de pruebas no puedes limitarte a tener un agua o una bebida para cada triatleta.
Sigo adelante, me siento con fuerza y con mucho ánimo, y toca entrar en Portugal, bajamos por una carretera muy buena, bien acoplado, cruzamos un puente y entrada en Portugal.
Portugal nos recibe de la peor forma posible, una subida de algo más de 2 km. con pendientes del 16 %, en las que me retuerzo en la bici sufriendo para llegar arriba, y yo que esperaba un segmento de bici que no fuera excesivamente duro... si no fuera suficiente con esta subidita, el asfalto es bastante malo, constantemente voy saltando sobre el sillín cuando consigo acoplarme, y esto continúa así hasta pocos km. antes de finalizar el segmento. Continúa un sube y baja constante, carretera mala, en Portugal la carrera no estaba cortada al tráfico, y no estaba tan controlada como en España, veo adelantamientos de coches, a veces un tanto peligrosos para los triatletas, y veo pocas patrullas de tráfico.
Hago una buena transición y ya me dispongo a terminar lo que había comenzado y lo que me había llevado hasta Huelva, ser un Finisher.
Primeros km. con calma, controlando pulsaciones, que no paran de subir. A estas alturas, deben ser sobre las 4 de la tarde, la temperatura supera los 30º. Corremos por asfalto, por un arcén y posteriormente ocupamos un carril de la autovía que une España y Portugal. Estoy de vuelta en España. Los tramos en los que corro se mezclan con momentos en los que camino para ir recuperando, ahora comienzo a notar que quizá en la bici tenía que haber controlado un poco más, pero no hay vuelta atrás, y sólo queda mirar al frente.
Los km. van pasando, el recorrido es prácticamente llano a excepción de un repecho de 1 km. al entrar en España que posteriormente se baja, sigo a un ritmo bastante lento, pero sigo bien. No recuerdo en que Km. fue, pero sé que salimos del asfalto y nos metemos en una senda Verde, Paraje Natural, que es muy bonita para ir a pasear, pero muy dura para un maratón, fueron muchos km, por esa pista, de tierra con muchas piedras y completamente bacheada, por lo que había que correr fijándose muy bien donde pisabas para no tener problemas.
Después de esto, por si parecía poco, cruzamos un bosque de entre dos y tres km, con zonas donde se podía correr bien porque el firme estaba duro y otras donde era arena blanda y era muy complicado mantener el ritmo. Pasado esto llegamos nuevamente al asfalto y corremos al lado de la playa, por el paseo marítimo, pregunto en varias ocasiones los km. que van, pero todos dicen algo aproximado, y no me fío. En este momento los tramos caminando se hacen más largos, pero hay que ir como se pueda hacia la meta. El paso por el km. 32 o 33 es por el paseo marítimo frente a la meta, allí y en todo el paseo está abarrotado de gente que anima sin parar, esto es un subidón de autoestima, y no dejo de correr en todo ese tramo, además veo a Paqui y al peque que me están esperando para cuando vuelva. Aún quedan 10 km. hacia el otro lado del paseo.
Unos minutos después del paseo, me vuelvo a quedar solo y vuelven las caminatas. Todavía quedaba la última sorpresa en los km. finales, tenemos un tramo de unos tres km. por la playa, con tan mala suerte que la marea no está baja de todo, por lo que tenemos que correr por una zona de la playa inclinada, pues es donde la arena está más dura, y tras este tramo nos queda la vuelta por las dunas. Unos tramos que en mi opinión no aportaban nada y machacaron mucho, se podía ir por otro lado.
Pero ya llega la meta, me faltan 100 metros, Paqui me espera, me anima y no para de sonreír, el Pequeño me espera, la gente me aplaude y me anima, gritan mi nombre, (lo llevo escrito en el dorsal), así que mi mujer me da a mi hijo del carrito y finalizo esta aventura, con una sonrisa de esas que no se borrarán jamás y con mi niño en brazos. Termino, soy Finisher, han sido 12h40'05'' de puro esfuerzo, sufrimiento y alegría.
Para finalizar con el relato de esta prueba, que cabe calificar como aventura, debido a su dureza y condiciones climáticas, decir que, como todas las pruebas que comienzan tienen sus cosas que mejorar, como el control del tráfico en la zona portuguesa, los problemas con algunos avituallamientos (que yo no sufrí), pero tiene otras muchas para mantener y por las que yo recomendaría la participación en la misma. Si bien, no se puede juzgar el trabajo de la organización por pequeños detalles, pues era mi responsabilidad conocer el recorrido, considero que si es dura de por si la distancia, hacerlo por arena eleva en mucho esa dureza y no creo que fuesen necesarios esos tramos. Por lo demás sólo tengo palabras de agradecimiento hacia la organización, por haberme hecho disfrutar de este reto.
Dejo para el final más palabras de agradecimiento, en primer lugar a mi familia y a mis amigos por apoyarme siempre en todo lo que hago. Agradecer también a David Castro, mi entrenador, el soportarme todo el año y los buenos entrenos que me hace. Agradecer también a todos aquellos que se han interesado por mi y que me han animado a través de las redes sociales o en persona, en especial a José Manuel Ferreiro de La Voz, pues su reportaje en la prensa ha hecho que muchas personas de Carballo puedan ver lo que hacen sus vecinos y yo llevo con mucho orgullo el nombre de Carballo allá donde compito.
Por último y más importante si cabe, dar las gracias a Paqui, mi mujer, que está siempre a mi lado, (cuando no estoy entrenando), que aguanta mis largas horas de entrenamientos y sufre mis salidas en bici, pues no está tranquila hasta que vuelvo a casa, que me apoya en todo, que viaja a cada competición para animarme, que espera muchas horas en cada prueba para verme llegar, por todo eso y por más. Gracias
Por ultimísimo decir que ya estoy preparando la nueva temporada, en la que volveré a esta distancia, pero acompañado de mi hermano. Espero competir más y entrenar mejor y contarlo aquí. Un saludo.
