Tras dos meses sin escribir, vuelvo a esta página para contar lo sucedido durante este tiempo sin noticias. En mi anterior entrada, realicé un somero análisis de mi participación en Marbella, encontrándome en ese momento totalmente recuperado física y moralmente por lo acontecido en aquella cita, y con muchas ganas de entrenar y sobre todo competir.
Con buenos entrenos y mucha motivación, se presentaba el comienzo del circuito Gallego de triatlón, y como antesala el 12 de mayo, el triatlón popular de Oleiros. En esta competición ya participé en la edición de 2011, es una cita muy recomendable, por varios motivos, el ambiente, la organización, los recorridos, este año un poco más suave el de bici al eliminar la última subida. Así que, a competir.
Y no fue mal, buena fase de agua, manteniendo lo posible en la bici y corriendo los últimos 5'5 Km. a 4'17'', para finalizar la prueba en 1h14'16'', en la posición 39 del total y bajando 4' mi tiempo de la edición anterior.
Desde ahí y con una buena inyección de moral, me trasladé el día 17 de mayo a Coruña, para competir en el Triatlón de Riazor, 1ª prueba del circuito gallego, acompañado de un numeroso grupo de triatletas del Fogar.
El agua fue bastante bien, con algún que otro golpe, pero nada fuera de lo normal, debido a la numerosa participación .
Comienzo el tramo de bicicleta con mucha fuerza y buen ritmo, eran cuatro vueltas a un circuito llano, nada que ver con la subida al Milleniun de los años anteriores. En la 1ª vuelta voy solo intentando progresar y coger algún grupo, la 2ª y mitad de la 3ª voy con otros dos o tres corredores, hasta que nos alcanza un grupo de unas 15 unidades para comenzar la última vuelta.
A mitad de vuelta, en el lateral de los boxes, había un carril dividido con conos para ida y vuelta, allí uno de los integrantes del grupo, de los que iban tirando, desplazó uno de los conos, quedando en medio del trayecto, lo que provocó frenadas y cambios de dirección muy rápidas en todo el grupo. Yo en ese momento iba en la parte final del grupo y no me enteré con la suficiente rapidez de lo sucedido, y cuando lo vi, era tarde, frené con demasiada fuerza y se me fue la rueda de atrás sin poder controlar la bici, cayendo al suelo. Tras el susto toca mirar los daños, magulladuras en el muslo izquierdo y dolor en el dedo gordo de la mano izquierda. En ese mismo momento, personal de la organización y de la Cruz Roja me asisten y me trasladan al hospital, saliendo más tarde del mismo con diagnostico de "fractura del primer metacarpiano de la mano izquierda".
Y hasta hoy el calendario ha sido, 18 de mayo operación para reducir la fractura, 21 de mayo visita al traumatólogo y anuncio de nueva intervención, 28 de mayo segunda operación, 7 de junio visita al traumatólogo, todo está bien y el 29 me sacan todo y a entrenar.
Después de la caida, del diagnóstico y sobre todo de la primera operación, me encontraba con la moral por los suelos, pensaba en desistir de mis objetivos, solicité la anulación de mi inscripción en el Ironman, que por cierto no me concedieron, pero ahora me encuentro con más ganas que antes, más ganas de entrenar, de competir y de conseguir mis retos, las caidas y las lesiones son gajes del deporte, algo que puede suceder y de lo que tengo que ser consciente por mucho que duela, pero no voy a dejar de hacer lo que me gusta, no voy a dejar de disfrutar, de competir y de ser feliz, por un pequeño contratiempo. Además le he prometido a mi mujer que finalizaría un Ironman con nuestro hijo/a en brazos, y el niño está en camino, así que lo demás lo tengo que poner yo.
Por hoy creo que ya es suficiente, gracias y ya iré comentando mi recuperación.
